miércoles, 24 de enero de 2018

El cuerpo y las emociones

El cuerpo es sin duda un vehículo importante para el terapeuta en la identificación de ciertas acciones que el cliente lleva a cabo sin darse cuenta. Hacer que lo repita y lo exagere todo lo que pueda puede tornarse esclarecedor, puesto que forzamos con ello a que lo implícito se vuelva más explícito, favoreciendo así un proceso a través del cual se irá volviendo cada vez más consciente. 
 
Uno de los principios básicos de la terapia Gestalt considera que: "El todo es mayor que la suma de todas sus partes", y por lo tanto el cuerpo y sus estados somáticos están estrechamente relacionados con la experiencia emocional subjetiva. 
 
Imaginemos que un cliente expone que está iracundo y lo dice con un tono de voz apagado, sin moverse recostado en la butaca, con una media sonrisa y sin aceleración alguna en su ritmo cardiaco.
 
El cuerpo, el timbre de voz, lo que hace con sus brazos y manos es un material importantísimo para trabajar, ya que el cuerpo en sí mismo es un vehículo que puede llevar al cliente a su emoción o viceversa; la emoción puede conectarlo con el cuerpo, haciéndolo sentir más consciente, más presente.
 
Eso sí, hay que tener especial cuidado de no apresurarse en interrumpir el proceso prematuramente, ya que podemos enterrar la emoción del cliente y con ello la oportunidad de oro de darse cuenta de qué le está pasando. 
 
Si para ello hace falta hacer que emplee el cuerpo para expresarse lo haré siempre de una forma controlada, por ejemplo: Si pretendo que descargue su ira contra alguien, le proporcionaré una colchoneta que represente a la persona contra la que poder descargar todo su enfado, así como poder sacar su niño interior y permitirle que se tire al suelo a revolcarse, jugar y/o hacerle pintarrajear una lámina en blanco. 

 
 
Como puntualiza Serge Ginger en su libro -La Gestalt, una terapia de contacto -,
 
  • "En Psicoanálisis se habla del cuerpo pero no se le mueve.
  • En Psicodrama el cuerpo se mueve pero no se habla de él
  • En Gestalt el cuerpo se mueve y se habla explícitamente de él."
Involucrando al cuerpo a través de observar lo que ocurre en la superficie (gestos, timbre de la voz, expresión facial) y sin duda en conjugación de la toma de conciencia verbal, se pretende que afloren sentimientos asociados, que aunque provengan de la niñez e incluso en las primeras semanas de vida, surgen en el "aquí y ahora".

De nada sirve perderse en el pasado en la búsqueda del "por qué", ya que el texto y el contexto de lo que fue ha cambiado y sólo un darme cuenta del "cómo" sigo condicionado por lo qué ocurrió, me va a permitir un verdadero avance.

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