viernes, 2 de marzo de 2018

El estrés se puede cuantificar

Podéis encontrar en algunas de mis entradas asuntos que tienen que ver con el carácter y la personalidad.

El eneagrama es una herramienta de clasificación de los distintos tipos de personalidad, que surgen en función del ajuste que hayamos efectuado para conseguir aquello de lo que nos sentíamos carentes, falta de atención, falta de afecto, falta de reconocimiento, falta de amor, etc.

Cada tipo tiende a contactar con su entorno de una determinada manera repitiendo aquello que le llevó a conseguir suplir dichas carencias. El enfoque holístico de la Gestalt contempla al individuo como un todo y lo engloba tanto a él como al ambiente como funciones de un campo total; por ello se ha de tener en cuenta a ambos para comprender mejor algunas problemáticas que afectan al individuo.

 Un componente esencial es un concepto que tan de moda está actualmente y que afecta a elevado número de la población: "El estrés". El estrés es una sensación de cansancio físico y mental por estar expuesto de forma continuada a un estímulo ambiental de gran exigencia o pensamientos que causen nerviosismo, frustración, impotencia, etc. La dualidad entre mente y cuerpo que varias corrientes como el psicoanálisis y el conductismo han mantenido durante años, hacen pensar que el estrés sólo afecta a nivel mental pero en ningún caso tiene repercusión sobre el estado de la salud física.

 


 
 
Más lejos de la realidad que un elevado resultado en la siguiente escala no tenga consecuencias a nivel fisiológico. En 1967, Homes y Rahe determinan una escala para cuantificar el estrés y en que medida puede afectar a la salud de la persona que lo sufre durante el año siguiente a la evaluación: 

 
 
  1. Muerte del cónyuge- 100
  2. Divorcio- 73
  3. Separación matrimonial- 65
  4. Encarcelamiento- 63
  5. Muerte de un familiar cercano- 63
  6. Lesión o enfermedad personal- 53
  7. Matrimonio- 50
  8. Despido del trabajo- 47
  9. Paro- 47
  10. Reconciliación matrimonial- 45
  11. Jubilación- 45
  12. Cambio de salud de un miembro de la familia- 44
  13. Drogadicción y/o alcoholismo- 44
  14. Embarazo- 40
  15. Dificultades o problemas sexuales- 39
  16. Incorporación de un nuevo miembro a la familia- 39
  17. Reajuste de negocio- 39
  18. Cambio de situación económica- 38
  19. Muerte de un amigo íntimo- 37
  20. Cambio en el tipo de trabajo- 36
  21. Mala relación con el cónyuge- 35
  22. Juicio por crédito o hipoteca- 30
  23. Cambio de responsabilidad en el trabajo- 29
  24. Hijo o hija que deja el hogar- 29
  25. Problemas legales- 29
  26. Logro personal notable- 28
  27. La esposa comienza o deja de trabajar- 26
  28. Comienzo o fin de la escolaridad- 26
  29. Cambio en las condiciones de vida- 25
  30. Revisión de hábitos personales- 24
  31. Problemas con el jefe- 23
  32. Cambio de turno o de condiciones laborales- 20
  33. Cambio de residencia- 20
  34. Cambio de colegio- 20
  35. Cambio de actividades de ocio- 19
  36. Cambio de actividad religiosa- 19
  37. Cambio de actividades sociales- 18
  38. Cambio de hábito de dormir- 17
  39. Cambio en el número de reuniones familiares- 16
  40. Cambio de hábitos alimentarios- 15
  41. Vacaciones- 13
  42. Navidades- 12
  43. Leves transgresiones de la ley- 11

Vemos que muchos de estos puntos cuantificables son cambios abruptos de vida. Estos cambios conllevan el inicio de una nueva etapa o un repentino cambio del estado habitual de la persona. Todos estos ítem pueden ocasionar una reacción emocional de mayor o menor impacto, estrés y ansiedad, siendo esta última algo distinto, aunque a veces se suelen confundir. La ansiedad se diferencia del estrés por la frecuencia, la duración y la intensidad de los síntomas entre otros.

¿Pero qué ocurre cuando estamos hablando de ansiedad patológica? Según la Gestalt la ansiedad surge como "la brecha entre el -aquí y ahora- y el futuro" y la neurosis como "la distancia entre lo que me gustaría y lo que realmente es". Anticipar de forma negativa cualquier situación es una acción que no podemos manejar puesto que aún no se ha producido. Manejar cualquier situación en fantasía y presagiar cualquier desenlace no deseado, nos generará ansiedad. Si ocurriese finalmente algo similar a lo que hemos anticipado no nos producirá la misma sensación de angustia, ya que todo lo que transcurre en el momento presente podemos gestionarlo, está ocurriendo en la realidad. No podemos enfrentarnos a algo que no está ocurriendo. Esta practica continuada es lo que se conoce cómo ansiedad patológica o generalizada y cuyos síntomas son interpretar como peligrosos, situaciones, síntomas o pensamientos que en realidad no lo son y la intensidad de la ansiedad no está justificada con la situación real. 

Es importante conocer cómo funciona el uso de determinados tratamientos a distintos trastornos de ansiedad con antidepresivos y ansiolíticos, ya que estos no son más que una medida paliativa a los síntomas, es decir, actúan disminuyendo la vulnerabilidad a determinadas situaciones que nos producen estrés y ansiedad. En el siguiente gráfico muestro cómo actúan y que se produce a nivel funcional con este tipo de fármacos.